25 de Julio: Día del Vino y el Queso
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En la gastronomía, podemos encontrar que algunos alimentos, platillos o productos ya cuentan con fechas de celebración, una de ellas es el Día del Vino y el Queso, que se celebra cada 25 de julio. Y qué mejor manera de celebrarlo que disfrutar de una copa de vino (el que sea tu favorito) y una tabla de quesos. El maridaje de vino con queso no es muy diferente a maridar vino con cualquier otro alimento, pero sí hay algunos puntos clave para tener en cuenta.
Lo más importante a tener en cuenta sobre el vino no es tanto el sabor a frutas, aromas o hierbas, sino las características generales del vino, es decir, si es dulce o seco, su frescura, acidez o intensidad. Una vez que estén claras las características generales de un vino, es difícil equivocarse al combinarlo.
Prueba estas pautas básicas para combinar vino y queso, y comienza a disfrutar del mejor sabor de ambos:
- Es importante intentar no combinar un vino muy fuerte con un queso suave. Si uno de los perfiles de sabor domina al otro, la combinación de sabores no será agradable.
- Si tienes invitados, ten en cuenta que cada persona tiene sus propias preferencias de sabor, así que ofrece al menos un vino blanco y un vino tinto para dejar que ellos elijan.
- Si optas por un queso tierno, su mejor maridaje será con un vino espumoso o alguno blanco que cuente con un ligero toque a roble, por ejemplo: Chardonnay.
- El queso fuerte o el queso añejo (de seis meses o más) va mejor con vinos tintos, así se complementan los sabores atrevidos.
- Se recomienda sacar el queso del refrigerador una hora antes de servirlo. No es necesario que esté frío ni caliente, sino a temperatura ambiente. Lo mejor es guardar el queso en su embalaje o en el que le hayamos puesto nosotros y abrirlo justo antes de consumirlo.
- En cuanto al vino, la temperatura a la que éste se encuentre será un punto clave muy importante a la hora de realizar un buen maridaje. En el caso del vino blanco, es conveniente dejarlo fuera de la nevera de 15 a 20 minutos antes de beberlo.
- Para el vino tinto será lo contrario, ya que debemos meterlo en el frigorífico 30 minutos antes de servirlo para que no huela demasiado a alcohol y la experiencia sea más refrescante.